Mi papá es mi héroe

Antes de ser padre, Carlos solo conocía un amor, el de su sobrina la luz de sus ojos, pero esto cambió con la llegada de Juliana, su primera hija. Era un día nublado, lo recuerda muy bien, porque ese día hubo paro cívico, no había servicio público y las calles estaban bloqueadas, pero gracias a la bondad de una persona que le prestó su auto, pudo transportar a su esposa hasta la clínica. A diferencia de lo que esperaba encontrar, el camino estuvo tranquilo y en paz absoluta.  

Una vez su esposa ingresó a la sala de parto, en la siguiente estancia donde se encontraba Carlos, había también un esposo temeroso, y no fue hasta que escuchó el primer llanto de su pequeña que conoció el amor más grande. Carlos no encuentra palabras para explicar que cuando Juliana nació, sintió que algo se le desprendió de su corazón. 

Años más tarde, llegaría su segundo amor y cómplice, Carolina. Para este nacimiento fue totalmente distinto, apenas se enteró de que la pequeña había nacido tomó un vuelo hacia Cartagena, ciudad que vio florecer este inquebrantable lazo entre padre e hija.  

Además, Carlos relató con emoción que fue el primero en conocerla, mismo regocijo con el que contó que su hija recientemente se casó. Un hecho que definió como mágico y como uno de los momentos más bellos que ha vivido, especialmente, porque estuvieron llenos de felicidad. 

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Historias de padres ejemplares

La infancia de Carlos no fue fácil debido a la ausencia de su padre, y él, al ser el mayor, le tocó asumir este rol. Por lo que por muchos años se dedicó a trabajar de oficios varios, hasta que un día hace aproximadamente 25 años, en uno de los momentos más difíciles de su vida, una persona muy especial le tendió la mano.  

Aquella ayuda fue el punto de inflexión en la vida de Carlos, que le permitió crear su propio negocio y ayudar no solo a su familia, sino a las personas que más lo necesitaban. Aquel acto de solidaridad se convirtió en su sustento y en su propósito de vida.  

Para Carlos, él está lejos de ser una persona perfecta, pero está seguro de que ayudar a los demás sin esperar nada a cambio es una de las mejores maneras de retribuir a la sociedad.  La solidaridad y la humildad son dos pilares de su filosofía que procuró inculcarles a sus hijas. 

Siendo este uno de los mayores legados que espera dejarles, además de enseñarles que se puede vivir plenamente, él considera que es “mejor vivir 20 años felices que 100 infelices”.

Padres ejemplares de Legado Solidario

Por su parte, Carlos conoció UNICEF hace 17 años por una llamada que le hicieron. Recuerda que le hablaron de la organización y le explicaron todas sus bondades, cuando le preguntaron si quería ser parte de ella, no dudó en decir que sí. 

Por su parte, desde hace un año Carlos tomó la decisión de también contribuir a Legado Solidario UNICEF. Bastó con ponerse en contacto con su aseguradora, para que este sueño se materializara. 

De muchas de sus decisiones esta ha sido una de las más acertadas, aunque él no deja de ayudar a los niños, niñas, y adolescentes en su día a día. Está satisfecho, porque está seguro de que al hacer parte de Legado Solidario está dejando una huella que transcenderá cuando él no se encuentre en este plano terrenal, siendo este uno de los actos más bonitos que permite este programa. 

Legado para la vida

Carlos vive agradecido con Dios y la vida. Considera que ha sido una persona altamente bendecida, por lo que trabaja para retribuir de alguna manera a la sociedad por ello.  Sueña con que las brechas sean cada vez menos, y sabe que esto solo es posible si cada vez más personas se unen a este tipo de causas. 

Gracias a un acto de solidaridad de una persona, la vida de este papá cambió del cielo a la tierra, y a su vez, él ha trabajado para cambiar la vida de muchas más personas. Lo anterior, es muestra de cómo un acto de bondad puede hacer la diferencia. Por ello, te invitamos a que conozcas el programa de Legado Solidario y nos ayudes a lograr un cambio transcendental en la vida de los niños, niñas y adolescentes de Colombia. ¡Juntos podemos hacer diferencia!